Las flores de lavanda se conocen desde la antigüedad y se usaron del griego y el romano para perfumar el agua de los baños donde se sumergían. De hecho, una de las peculiaridades de estas flores es el aroma intenso y embriagador, que dura mucho, incluso cuando se secan. Su color que se desvanece de azul a púrpura infunde silencio, calma y paz. Todas estas cosas han inspirado la creación de esta alfombra de terciopelo. Ideal para decorar cada espacio de vida con un toque de romance. Resistente al fuego, buena absorción acústica y antideslizante.
– Rectangular grande: cm 200×300 – Rectangular pequeño: cm 150×200 – Circular: cm ø 20
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